La vieja palabra destino Quiso sorprender a su suerte Le cruzó en medio del camino La sonrisa de la muerte. Bellos dientes para una sonrisa, dijo, Pero no para volver a verte Si el destino lo tiene planeado Echada estaba su suerte. Lo que hay después de un espejismo Es la sed al veneno más fuerte Jugos que al paladar de la vida Lo embriaga y lo divierte. Y en el frío de aquel invierno Le quedaba una cita pendiente Allá por el barrio de Lugano Jamás volveré a verte. Será el intento a buscar Lo que valore tu vida Buscar termina en encontrar Pero cómo saber, si tuvo lo que quería. Así como volver a empezar Todo termina de repente Pero no me digas adiós Sólo decime hasta siempre