Triste o muy solo, esclavo y fugitivo, mostraste tu puño al cielo y la libertad. Las cadenas no pudieron callarse, y en todo el mundo tu grito se escuchó. Las heridas de tu alma no pudieron apagar tu alegría y tampoco tu llanto. Te veo bailar al ritmo del tambor, mi piel blanca se tiñe de vos. Tu ritmo alegre me contagió, y un triste blues la piel me erizó, y ahora: Negra es mi alma, negro mi corazón... Ya no podrán detener tu fuerza, el cielo es negro antes de llover la fuerte lluvia que lava las pieles, menos las almas, menos las almas no ves! Te veo bailar al ritmo del tambor, mi piel blanca se tiñe de vos. Tu ritmo alegre me contagió, y un triste blues la piel me erizó, y ahora: Negra es mi alma, negro mi corazón...