Era tan negro como la misma noche,
Más oscuro que la borra de su fernet
sabemos que al día él también le pondría un toldo,
para seguir con su faena de placer…
Con movimientos de cintura impredecibles,
se mueve bien entre el ganado del perdriel,
que se pone muy furioso cuando se junta,
y ven que juega ese ratito a ser mujer.
Siempre fue el once adentro de la cancha
Y un once puntos en el banco también
del barrio de once es que arribó su fama
y de los albergues de San Telmo tal vez.
De black su aroma, coqueto y peligroso
como un agente del mal, que juega para el bien
sin cuenta, cuentan, tienen los bares que frecuenta
claramente bajaron más de treinta y tres
Baccaro el asunto
Su carcajada, violenta y contagiosa
un remador de oficio nato de cualquier,
evento, fiesta, joda, junte o kilombete
que amenace terminar sin amanecer.
Se fue a las sierras para exiliar su flama
pero no hay aire ni agua que extinga tanta sed
los religiosos de su iglesia hoy lo extrañan
le rezan para que se vuelva a aparecer