Era tan negro como la misma noche, Más oscuro que la borra de su fernet sabemos que al día él también le pondría un toldo, para seguir con su faena de placer… Con movimientos de cintura impredecibles, se mueve bien entre el ganado del perdriel, que se pone muy furioso cuando se junta, y ven que juega ese ratito a ser mujer. Siempre fue el once adentro de la cancha Y un once puntos en el banco también del barrio de once es que arribó su fama y de los albergues de San Telmo tal vez. De black su aroma, coqueto y peligroso como un agente del mal, que juega para el bien sin cuenta, cuentan, tienen los bares que frecuenta claramente bajaron más de treinta y tres Baccaro el asunto Su carcajada, violenta y contagiosa un remador de oficio nato de cualquier, evento, fiesta, joda, junte o kilombete que amenace terminar sin amanecer. Se fue a las sierras para exiliar su flama pero no hay aire ni agua que extinga tanta sed los religiosos de su iglesia hoy lo extrañan le rezan para que se vuelva a aparecer