Al final de la noche
desapareceré.
Sólo tendrás mi nombre,
no preguntes porqué.
Al final de la noche
me buscarás,
extenderás el brazo
pidiendo un poco más.
Y no me encontrarás,
entonces llorarás,
pensando a la vez,
como hacerme cambiar.
Dejaré la puerta
bien cerrada,
tanto como un partido de solución.
Y se que me odiarás,
pero no soportaría
a la luz del día
tu compañía,
a la luz del día.
Al final de la noche,
desapareceré...