Al final de la noche desapareceré. Sólo tendrás mi nombre, no preguntes porqué. Al final de la noche me buscarás, extenderás el brazo pidiendo un poco más. Y no me encontrarás, entonces llorarás, pensando a la vez, como hacerme cambiar. Dejaré la puerta bien cerrada, tanto como un partido de solución. Y se que me odiarás, pero no soportaría a la luz del día tu compañía, a la luz del día. Al final de la noche, desapareceré...