Es la abuela en casi todos los hogares
quien malcría con dulzura a los mocosos,
relatora de los cuentos más hermosos
y hacedora de los más ricos manjares.
Pues la Nonna por venir del tiempo viejo
reunió además de achaques, experiencia
y a medida que perdemos la inocencia
nos restaña las heridas con consejos.
Pero ocurre que la abuela es jubilada
y que habita en un país tan poco piola
que la olvida , que la tiene abandonada,
desvalida, despreciada, pobre y sola...
Y su llanto no le sirve para nada....
a la abuela en realidad no le dan bola.
Es la abuela la que teje en el invierno
tu bufanda con madejas de ternura,
y es el último reducto de dulzura
que nos queda en este mundo posmoderno.
Es la abuela la que con mano precisa
el empacho nos curó sin ser doctora
y es la única abogada defensora
que nos puede hacer zafar de la paliza.
Pero ocurre que la abuela es jubilada
y las cosas que precisa son urgentes
y los sueños de futuro que guardaba
sin piedad se hicieron humo de repente.
Pero algunos aun no paran de engañarla
porque nunca les parece suficiente.