Es la abuela en casi todos los hogares quien malcría con dulzura a los mocosos, relatora de los cuentos más hermosos y hacedora de los más ricos manjares. Pues la Nonna por venir del tiempo viejo reunió además de achaques, experiencia y a medida que perdemos la inocencia nos restaña las heridas con consejos. Pero ocurre que la abuela es jubilada y que habita en un país tan poco piola que la olvida , que la tiene abandonada, desvalida, despreciada, pobre y sola... Y su llanto no le sirve para nada.... a la abuela en realidad no le dan bola. Es la abuela la que teje en el invierno tu bufanda con madejas de ternura, y es el último reducto de dulzura que nos queda en este mundo posmoderno. Es la abuela la que con mano precisa el empacho nos curó sin ser doctora y es la única abogada defensora que nos puede hacer zafar de la paliza. Pero ocurre que la abuela es jubilada y las cosas que precisa son urgentes y los sueños de futuro que guardaba sin piedad se hicieron humo de repente. Pero algunos aun no paran de engañarla porque nunca les parece suficiente.