Inocentes, somos todos inocentes,
lo quiso así la colosal naturaleza
pues le dió a los animales la viveza
y es inmensa la inocencia de la gente.
Y es que somos tan pavotes y cretinos
que nos pueden dar cangrejo por centolla
y gracias a nuestra viveza criolla
nos dejamos embaucar los argentinos
Inocentes somos todos y tarados
nuestra marcha es un sin fin de tropezones
nuestro hobby principal comprar buzones,
a pesar de que ya están privatizados
El humano es tan imbécil que le encanta
que le saquen el dinero del bolsillo
mientras tanto un periodista medio pillo
nos distrae con el ombligo de Samantha.
Y las veces que cayó el chivo en el lazo
fueron miles como aquella ingenuidad
en que muchos decidimos hacer caso
a las promociones de estabilidad
nos largamos todos a comprar a plazos
y al contado ahora cuesta la mitad.
Inocentes, somos todos soñadores
que queremos ser Gardel o Maradona
y después la realidad no nos perdona
y nos trata como idiotas perdedores.
Inocentes nunca faltan, siempre hay
en la cantidad y estilo que les plazca
para fabricar helados en Alaska
y vender naranjas en el Paraguay.
Inocentes, somos todos inocentes
y quien canta esta canción es el primero
un pasivo pelandrún televidente
yo me creo casi todo lo que veo.
Es tan fértil nuestra tierra que germinan
perejil y nabos sin que nadie siembre,
deberían declarar en la Argentina
fecha patria el veintiocho de diciembre
Y las veces que cayó el chivo en el lazo
fueron muchas, imposibles de contar
más la peor que yo recuerdo fue aquel caso
en que un vivo una elección supo ganar
prometiendo un imposible salariazo y jurando:
No los voy a defraudar.
Y hoy decreta a cada rato un tarifazo ,
pero igual lo volveremos a votar.