Inocentes, somos todos inocentes, lo quiso así la colosal naturaleza pues le dió a los animales la viveza y es inmensa la inocencia de la gente. Y es que somos tan pavotes y cretinos que nos pueden dar cangrejo por centolla y gracias a nuestra viveza criolla nos dejamos embaucar los argentinos Inocentes somos todos y tarados nuestra marcha es un sin fin de tropezones nuestro hobby principal comprar buzones, a pesar de que ya están privatizados El humano es tan imbécil que le encanta que le saquen el dinero del bolsillo mientras tanto un periodista medio pillo nos distrae con el ombligo de Samantha. Y las veces que cayó el chivo en el lazo fueron miles como aquella ingenuidad en que muchos decidimos hacer caso a las promociones de estabilidad nos largamos todos a comprar a plazos y al contado ahora cuesta la mitad. Inocentes, somos todos soñadores que queremos ser Gardel o Maradona y después la realidad no nos perdona y nos trata como idiotas perdedores. Inocentes nunca faltan, siempre hay en la cantidad y estilo que les plazca para fabricar helados en Alaska y vender naranjas en el Paraguay. Inocentes, somos todos inocentes y quien canta esta canción es el primero un pasivo pelandrún televidente yo me creo casi todo lo que veo. Es tan fértil nuestra tierra que germinan perejil y nabos sin que nadie siembre, deberían declarar en la Argentina fecha patria el veintiocho de diciembre Y las veces que cayó el chivo en el lazo fueron muchas, imposibles de contar más la peor que yo recuerdo fue aquel caso en que un vivo una elección supo ganar prometiendo un imposible salariazo y jurando: No los voy a defraudar. Y hoy decreta a cada rato un tarifazo , pero igual lo volveremos a votar.