Me han dicho por ahí que te han visto triste y mal de golpe y porrazo
quejándote a cada paso
arisco y malhumorado.
Y cuentan que andás
moreteao, con hambre, miedo, fiebre y calambre
ahogao en tu mala sangre
sin un minuto de paz.
Y en vez de fijarte cómo te vas a curar
te has encerrao a sobarte el lomo, cumpay
relajá la guardia, buscá con calma y olvide el:
¡ay, basta, que todo me ataca!
te digo en serio cumpay
alzá la frente y dejá
que el sol te pegue en la cara.
Ay, ella, mirá
cómo llora y chilla, peor que un nene de pecho
el nunca está satisfecho
con todo lo que le dan.
Quiere eso, o no
o ya tiene, o sobra, o falta cinco pal peso
le dan y el mira el precio
después no lo quiere usar.
El pan ganao de tu frente ya ha de llegar
no te agarres con la pobre gente, cumpay
agradezca el techo, el latir del pecho y olvide el:
¡ay, dame, que todo me falta!
es que yo no entiendo cumpay
de qué es lo que te quejás
si hay una dueña pa tu alma.