Me han dicho por ahí que te han visto triste y mal de golpe y porrazo quejándote a cada paso arisco y malhumorado. Y cuentan que andás moreteao, con hambre, miedo, fiebre y calambre ahogao en tu mala sangre sin un minuto de paz. Y en vez de fijarte cómo te vas a curar te has encerrao a sobarte el lomo, cumpay relajá la guardia, buscá con calma y olvide el: ¡ay, basta, que todo me ataca! te digo en serio cumpay alzá la frente y dejá que el sol te pegue en la cara. Ay, ella, mirá cómo llora y chilla, peor que un nene de pecho el nunca está satisfecho con todo lo que le dan. Quiere eso, o no o ya tiene, o sobra, o falta cinco pal peso le dan y el mira el precio después no lo quiere usar. El pan ganao de tu frente ya ha de llegar no te agarres con la pobre gente, cumpay agradezca el techo, el latir del pecho y olvide el: ¡ay, dame, que todo me falta! es que yo no entiendo cumpay de qué es lo que te quejás si hay una dueña pa tu alma.