Si alguna vez has estado al revés,
sabrás ya bien a qué huelen tus pies.
Si al sacudirte cayó el almidón,
con que te pegaron o te hicieron campeón.
Campeón de programa y de rigidez,
con Óscar de premio a la insensatez,
jefes y maestros prueben la honrarles,
de la tiesterosis con su valum diez.
Si en un sentido se fue lo entumido,
y el cerebro se siente menos estreñido.
Mas la jefa gran costumbre no pierde ocasión,
para unanisarte y matarte, campeón.
Campeón de milagros y días estorbosos.
Dos medallas de oro en dengues y en osos,
corazón de acero, ojos de cartón.
Todo barnizado como un buen campeón.
Si alguna vez has estado al revés,
sabrás ya bien a qué huelen tus pies.
Si alguna vez has estado al revés,
sabrás ya bien a qué huelen tus pies.
Sí, sí, sí, sí.
Si alguna vez.
Si alguna vez.