Si alguna vez has estado al revés, sabrás ya bien a qué huelen tus pies. Si al sacudirte cayó el almidón, con que te pegaron o te hicieron campeón. Campeón de programa y de rigidez, con Óscar de premio a la insensatez, jefes y maestros prueben la honrarles, de la tiesterosis con su valum diez. Si en un sentido se fue lo entumido, y el cerebro se siente menos estreñido. Mas la jefa gran costumbre no pierde ocasión, para unanisarte y matarte, campeón. Campeón de milagros y días estorbosos. Dos medallas de oro en dengues y en osos, corazón de acero, ojos de cartón. Todo barnizado como un buen campeón. Si alguna vez has estado al revés, sabrás ya bien a qué huelen tus pies. Si alguna vez has estado al revés, sabrás ya bien a qué huelen tus pies. Sí, sí, sí, sí. Si alguna vez. Si alguna vez.