En Malicunda juraron que nunca más.
Niñas nómadas que cruzan el desierto
cuidando los rebaños, guardando los corderos,
esperando el día en que la vieja aquitana
circuncide su s**o con cortes de navaja.
Entonces serán mujeres de provecho
que sus padres cambiarán por 5 ó 6 camellos,
porque 5 ó 6 camellos valen una mujer
siempre y cuando esté intacta la puerta de su piel.
En Malicunda juraron que nunca más.
Fue en Malicunda que se hizo el juramento,
y el eco fue llegando a oídos del gobierno.
Que pare el rastro de niñas mutiladas,
mujeres que no cuentan, mujeres que son nada,
y así hasta que termine y no vuelva a oirse nunca
el corte del acero en todo Malicunda,
ni en ningún rincón del mundo y sean iguales
para hombres y mujeres las prácticas s**uales.
En Malicunda juraron que nunca más.