En Malicunda juraron que nunca más. Niñas nómadas que cruzan el desierto cuidando los rebaños, guardando los corderos, esperando el día en que la vieja aquitana circuncide su s**o con cortes de navaja. Entonces serán mujeres de provecho que sus padres cambiarán por 5 ó 6 camellos, porque 5 ó 6 camellos valen una mujer siempre y cuando esté intacta la puerta de su piel. En Malicunda juraron que nunca más. Fue en Malicunda que se hizo el juramento, y el eco fue llegando a oídos del gobierno. Que pare el rastro de niñas mutiladas, mujeres que no cuentan, mujeres que son nada, y así hasta que termine y no vuelva a oirse nunca el corte del acero en todo Malicunda, ni en ningún rincón del mundo y sean iguales para hombres y mujeres las prácticas s**uales. En Malicunda juraron que nunca más.