Cuando te asomes al amor, pequeña mía,
has de tener el universo entre tus manos
y al serenidad y la armonía
germinarán en ti, grano a grano.
Cuando te asomes al amor, tendrás derecho
de platicar con las estrellas de otro modo.
Brillarán todas ellas en tu pecho
y les podrás contar, todo de todo.
Cuando te asomes al amor, pequeña mía,
alcanzarás una cota insospechada;
verás desde la altura un nuevo día
naciendo de tu propia madrugada.
Cuando te asomes al amor, todas las flores
descubrirán a tus asombros inocentes
una gama más amplia de colores
y aromas que se antojan diferentes.
Cuando te asomes al amor, si es invierno,
pensarás que estalló la primavera,
llenarás de poemas un cuaderno,
llevando tu emoción en bandolera.
Cuando te asomes al amor..., pero... ¿qué digo?...
si no has cumplido más de un año todavía.
Regala una sonrisa a tu padrino
y duérmete feliz..., pequeña mía.