Cuando te asomes al amor, pequeña mía, has de tener el universo entre tus manos y al serenidad y la armonía germinarán en ti, grano a grano. Cuando te asomes al amor, tendrás derecho de platicar con las estrellas de otro modo. Brillarán todas ellas en tu pecho y les podrás contar, todo de todo. Cuando te asomes al amor, pequeña mía, alcanzarás una cota insospechada; verás desde la altura un nuevo día naciendo de tu propia madrugada. Cuando te asomes al amor, todas las flores descubrirán a tus asombros inocentes una gama más amplia de colores y aromas que se antojan diferentes. Cuando te asomes al amor, si es invierno, pensarás que estalló la primavera, llenarás de poemas un cuaderno, llevando tu emoción en bandolera. Cuando te asomes al amor..., pero... ¿qué digo?... si no has cumplido más de un año todavía. Regala una sonrisa a tu padrino y duérmete feliz..., pequeña mía.