Una guitarra llora, allá tras de una reja, pulsada por el alma de un criollo cantor, /que sueña una esperanza, y una nueva quimera, desgranada en las notas de una vieja canción/ bis. Yo me embriagué de valses, allá en tus callecitas, y supe de mil noches, allá en el callejón, donde tiemblan las sombras, cobijando la cita, de aquella muchachita que despierta al amor. En Lima fue donde aprendí la serenata que hoy te canto, con todo el corazón, /empapada de sueño, de dicha y esperanza, en mi voz se agiganta la gloria de tu amor/ bis. Recuerdos que quedaron, de aquella despedida, están llorando penas, aquí en el corazón, /yo siento la nostalgia, de aquella vieja Lima, cuando canto las coplas de mi vieja canción/ bis.