Es mi dedicación esto que escribo, A la belleza y al olvido. A todos los que están y a los carnales que se han ido, Y al pecado y lo prohibido y a todo lo llorado y lo vivido. Pido una oración que me devuelva la fe, Mi canción es para Dios y para el Diablo también, Pa los placeres de alquiler, para el castigo de crecer Pa los dolores incurables que te cura una mujer. Mi despedida, dedicada a la vida y a la muerte, A la saliva de mi musa y a la excusa de la suerte, Y al pasado, al pecado, al minuto de mirarnos, Y al luto de los sueños desgastados de soñarlos. Es mi oración de salvación a la intuición y a la emoción Y a la pasión del corazón de mi canción dedicación, A la razón que no razona, a la amistad que no traiciona, A las personas de esta vida que sin olvidar perdonan. (Estribillo) Cuando ya no queda nada, Solo nos recuerdan las palabras. El tiempo es juez, en este juego de ajedrez, Solo se vive una vez, pero se mueren demasiadas. Cuando ya no queda nada, Mi dedicación son mis palabras. El tiempo es juez, yo te lo digo otra vez Solo se vive una vez, pero se mueren demasiadas. Es mi dedicación esto que canto, A la alegría y al espanto, A tos los corazones castigados por el llanto, A la pena y al quebranto y a las flores que han crecido en el asfalto. Mi esperanto es un canto al dolor y al desengaño, Al valor de los cobardes que no siguen al rebaño A los peldaños que baje para subir a los infiernos, Pa poder firmar la paz con el Diablo en el cuaderno. Y a los tuyos y a los míos, ríos de letras, Y a las verdades indiscretas; a todos los poetas, Hombres y mujeres del planeta Que caminan por la vida sin disfraces ni caretas. A la infancia en bicicleta que se ha ido, Al amor correspondido y al amargo sabor de lo perdido. Sumo y sigo, a mi nobleza obliga cuando escribo, Y esto acaba como empieza a la belleza y al olvido. (Estribillo) Cuando ya no queda nada, Solo nos recuerdan las palabras. El tiempo es juez, en este juego de ajedrez, Solo se vive una vez, pero se mueren demasiadas. Cuando ya no queda nada, Mi dedicación son mis palabras. Solo se vive una vez, pero se mueren demasiadas. Dedicación, dedicación