Qué sabes de cordillera si tú naciste tan lejos hay que conocer la piedra que corona el ventisquero, hay que recorrer callando los atajos del silencio y cortar por las orillas de los lagos cumbrereños mi padre anduvo su vida por entre piedras y cerros. La viuda blanca en su grupa la maldición del arriero llevó mi viejo esa noche a arrear ganado ajeno. Junto al paso de Atacalco a la entrada del invierno le preguntaron a golpes y él respondió con silencio los guardias cordilleranos clavaron su cruz al viento. Los Angeles, Santa Fe fueron nombres del infierno hasta mi casa llegaba la ley buscando al cuatrero mi madre escondió la cara cuando él no volvió del cerro y arriba en la cordillera la noche entraba en sus huesos él que fue tan hombre y sólo lleva la muerte en su arreo. Nosotros cruzamos hoy con un rebaño del bueno arriba. en la cordillera, no nos vio pasar ni el viento. Con qué orgullo me querría si ahora llegara a saberlo pero el viento no más sabe donde se durmió mi viejo con su pena de hombre pobre y dos balas en el pecho.