Es tan triste, ya no sé si puedo comprender que no existe. Tan tranquila, vuelvo a recordar las cosas que me dijiste. Y es que ya no me sorprende ver, sin razón, escondido en la nevera mi corazon. Al momento, me deja de recordar a ti lo que pienso. Tan paciente, que con ello debería ser suficiente. Y es que ya no me sorprende ver, sin razón, escondido en la nevera mi corazon. Y es que ya...