En los circos se tejen historias Frente y tras el tupido telón, Y un amor que no fue en la memoria De la hermosa esposa Del prestidigitador. Y dos payasos Que en cada amanecer Cantan borrachos frente al sol, Abrazando botellas vacías, Tal vez Con un serio problema de alcohol. Un acróbata chino, Y coquetas Jovencitas de tierno rubor, Bailarinas que el tiempo hará ruinas Soñando casarse Con un próspero doctor. Un tigre flaco que inspirará al final Cierta ternura y no temor Al sumiso comer de la mano jovial De la amante de su domador. Fingiendo alegres Que no haya ocasos, Sonrientes bajo una misma luz, Todos seremos igual que payasos Bajo la carpa del cielo azul. Todos lo circos del mundo tienen Que afrontar un destino final Y donar su cansado elefante A la población de algún Zoológico local. Venden su carpa Y despliegan sin saber La última y más triste función Al marcharse vencidos Para no volver Rumbo a la inevitable extinción. Fingiendo alegres Que no hay ocasos, Sonrientes bajo una misma luz, Todos seremos igual que payasos Bajo la carpa del cielo azul.