(S. Ugarte) Hoy tuve que herirme al despertar, de toda esta eterna pesadilla, y así saber si aún estoy viva. Desde que te conocí, no veo nada más. Así despacio mi dulce corazón muere. Así despacio mi dulce corazón muere. Tú no sabes nada de mí, tú no tienes a nadie a quien mentir. Tú me tienes y destruyes todo en mí. Has absorvido toda mi energía, mira en que me convertí, no puedo ni respirar. Sabes, ya no quiero estar entre tinieblas. Desde que te conocí, no veo nada más. Así despacio mi dulce corazón muere. Así despacio mi dulce corazón muere. Tú no sabes nada de mí... El mundo está aquí, detrás, y yo no lo puedo ver. El mundo está aquí, detrás, y yo no lo puedo ver, no lo puedo ver, no lo puedo ver.