Decí, por dios, qué me has dao que estoy tan cambiao, no sé más quién soy. El malevaje extrañao me mira sin comprender, me ve perdiendo el cartel de guapo que ayer brillaba en la acción. No ves que estoy embretao, vencido y maneao en tu corazón. Te vi pasar, tangueando, altanera con un compás tan hondo y sensual que no fue más que verte y perder la fe, el coraje y el ansia 'e guapear. No me has deajo ni el pucho en la oreja de aquel pasao malevo y feroz. Ya no me falta pa' completar más que ir a misa e incarme a rezar. Ayer, de miedo a matar, en vez de pelear me puse a correr. Me vi a la sombra o finao. Pensé no verte y temblé. Si yo, que nunca aflojé, de noche, angustiáo, me encierro a llorar. Decí, por dios, que me has dao que estoy tan cambiao, no sé más quién soy. Te vi pasar, tangueando, altanera con un compás tan hondo y sensual que no fue más que verte y perder la fe, el coraje y el ansia 'e guapear. No me has deajo ni el pucho en la oreja de aquel pasao malevo y feroz. Ya no me falta pa' completar más que ir a misa e incarme a rezar.