Arrabalera como flor de enredadera que creció en el callejón. Arrabalera yo soy propia hermana entera de Chiclana y Compadrón. Si me gano el morfi diario qué me importa el diccionario ni el hablar con distinción. Llevo un sello de nobleza. Soy porteña de una pieza. Tengo voz de bandoneón. Mi casa fue un corralón de arrabal bien proletario, papel de diario el pañal del cajón en que me crié para mostrar mi blasón, pedigree modesto y sano. Oiga, che, presénteme. Soy Felisa Roverano. Tanto gusto, no hay de qué. Arrabalera como flor de enredadera que creció en el callejón. Arrabalera yo soy propia hermana entera de Chiclana y Compadrón. Si me gano el morfi diario qué me importa el diccionario ni el hablar con distinción. Llevo un sello de nobleza. Soy porteña de una pieza. Tengo voz de bandoneón. Si se le da la ocasión de bailar un tango reo encrespe su corazón de varón sentimental y al revolear mi percal muéstreme su firulete, que en el brete musical se conoce la gran siete, mi prosapia de arrabal. Arrabalera como flor de enredadera que creció en el callejón. Arrabalera yo soy propia hermana entera de Chiclana y Compadrón. Si me gano el morfi diario qué me importa el diccionario ni el hablar con distinción. Llevo un sello de nobleza. Soy porteña de una pieza. Tengo voz de bandoneón.