Déjame que descuelgue las campanas, De tanto redoblar se me han quitado las ganas De alante y atrás, de amargo tañir, Y sangre me sudan los pies, Qué mierda de don Juan, que se harta de reír Cuando se tropieza frente a la platea Y se esfuma feliz perdido en la zorrera Mientras se despluman pollos de pelea, Los cisnes me embarazarán la cama Y a la hora de parir se me volverán ranas Y yo segador queriendo arrancar vigilias, Ya sabes por qué, Que para pisar Cristos me basto y me escondo, Guardé entre las muelas rosarios a miles Que anego con ron como si no doliera Y sigo vadeando mis Guadalquivires, No se cegarán los claros nunca más, Brillarán las alcayatas, can*leros cantarán, Desperdiciando lingotes voy al trote Y sé que no voy a llegar, perdiguero, ¿adónde vas?, Y mañana no será lo que Dios quiera, Que será el mismo balar, aburrido y con ceguera, Desencanto, seguro que truena y que no es para tanto, La vida se desbordará del cubo, se me encabritará, Me tirará el embudo, ¿pa qué quieres más?, dejémoslo así, Tú ladra, que yo roncaré, No se cegarán los claros nunca más, Brillarán las alcayatas, can*leros cantarán, Desperdiciando lingotes voy al trote Y sé que no voy a llegar, perdiguero, ¿adónde vas?, Busca a mi dueño, te cansarás.