"Esto se acaba", me dijo con voz de congoja al entrar por la puerta, Culos de vaso sus ojos, la lágrima a punto y la mirada muerta. "Qué te pasa, cantautor", le pregunte y entregándome el diario dijo: "lee". Y leí y lloré Un titular atacaba diciendo que ardía la vieja Lisboa y el catalán heterónimo disparato: "me han quemado a Pessoa". Y así va como va, va como va... "Qué cosas dices", le dije y, mirando al espejo siguió con el tema: "Ya no soy dos, ni soy yo, ni soy nadie ni Europa resiste a la quema". Y mirándole a las lupas le rogué: Transgaláctico no soy, explícate". Me miró, le miré, "esto se acaba, se acaba, y no hay más que aceptar dignamente la ruina Arde Lisboa, Venecia se hunde y se cae la capilla Sixtina." "No hay más patrón ni más ley ni más dios ni más rey que el maldito dinero", Dijo, furioso, mi amigo clavando en la diana un disparo certero. "No me tomes por idiota pero es que No comprendo tu discurso", confesé. Y me habló, le escuché "Arte, poseía, belleza ¡qué extrañas palabras!, ¿serán un conjuro? Hoy cualquier cerdo es capaz de quemar el edén por cobrar un seguro."