Emboscado en las entrañas de una travesía De cien mil desiertos que no admiten vuelta atrás Siento que el camino que he quemado cada día Me conduce, cuando acaba, a otro desierto más Pero sigo andando en busca de algún espejismo Por si alguna vez alguno de ellos es el mar Los hallados hasta ahora sólo han sido abismos Por los que caí por no adorar ningún altar Perdido el norte El este, el oeste y el sur... Qué pretenden con tantas hambrunas Y pestes y guerras y muertes en serie Si todos estamos al albur De la intemperie Y así voy sorteando tumbas son el santo y seña Huérfano de estrellas que me indiquen algún sol Pero ya no hay luz, ni fuego, ni siquiera leña Ni la noche melancólica del girasol Y aunque sé que ya no existen mapas inocentes Voy a la deriva como va mi poca fe En creer que puedo huir de la Hidra Inteligente Ese Pandemónium del Poder que nadie ve Perdido el norte,... (bis)