Sólo una lágrima lame el cristal, el s**o frío de la soledad, todas las hachas de un trozo de pan, lanza David una estrella a Goliat, dame tu mano y echemos a andar, Dios se retrata contra Satanás. Siempre lo mismo pero con distinta voz, siglo tras siglo es la eterna canción... Nunca se olvida la primera vez, «quieres helado de fresa o café», bebe Caín de la sangre de Abel, el mal a veces se lo hace muy bien, el tiempo escapa para no volver, tuvo la suerte de huir de sus pies. Me falta el aire si me faltas tú, de tus pupilas tomaba la luz, una muñeca desnuda de azul, pájaro dulce de la juventud, una canción puede ser un obús o la caricia de un viento del sur.