Rojo sobre negro, una rosa roja se cayó sobre el asfalto y después llovió. Fui a recogerla, el viento sopló; corrí detrás de ella y desapareció. Rojo sobre negro, tus labios en la oscuridad, llamas que se encienden para iluminar. Me acerqué a besarlos buscando el placer, maldije aquellos labios cuando me quemé. Rojo sobre negro, sangre que tiñe el barrizal, alma de un soldado que no sufre más. No pidió la guerra, no quiso morir, ¡Cielos, cuánta mierda para sobrevivir!