De pronto vi prodigios mareas de sombra y de luz subiendo por tu cuerpo en el centro de un contraluz. Oculto a tus espaldas el sol levantaba un altar la luna en tu pupila era una perla flotando en el mar. Y desperté del sueño, maravilla, no lo sé y me volví, dormías dulcemente junto a mí. Despierta amor, te dije y todo ardía alrededor. Volvieron los prodigios pero ahora eran pura verdad. Tu cuerpo era la tierra y yo el centro de gravedad. El tiempo se detuvo creando un instante inmortal. Tu cuerpo era el principio y el mío su punto final. Y me dormí vencido por el sueño junto a ti, luego soñé soñé que despertaba y te busqué. Te fuíste amor, y sólo hubo ceniza alrededor. Ya no vi prodigios, ni luces, ni sombras, ni mar. Tu cuerpo era un vacío y su centro el frío polar. El sol de medianoche cayó en un eclipse total. La luna dibujaba una guadaña de juicio final. Y desperté del sueño pesadilla, no lo sé te descubrí velando mis terrores junto a mí. Volviste amor, y había el universo alrededor.