No sé qué coño me pasa hoy que no consigo saber quién soy ni cómo vine ni dónde estoy, estoy, estoy. No encuentro el aire para el pulmón, tampoco escucho mi corazón, reposo sobre un duro colchón, colchón, colchón. Me abraza una oscuridad total, algo en la boca me sabe mal, siento en el cuerpo un frío glacial, glacial, glacial. Algo impide que me mueva, un vacío sepulcral, mi cuerpo con vida descansa en paz, descansa en paz... Tengo dos manos y una nariz, junto a la ceja una cicatriz, al despertar me siento feliz, feliz, feliz. De pronto toda la habitación en un instante se hace prisión, urgentemente salgo al balcón, balcón, balcón. La calle abajo es un gran ciempiés que me convida a andar al revés y yo no logro encontrar los pies, los pies, los pies.