En los dólmenes más grandes que existen y que están cerca de aquí, hay presencias misteriosas, habitantes de otro tiempo, que esperan para dirigirse a ti, revelarte los secretos. Por la noche hay una fiesta privada en el jardín, han venido los monjes Shaolin con la pócima sagrada que te hace sonreír. Si te vienes es donde quiero ir. En las copas y en las mesas refrescos bendecidos por Alá y manjares deliciosos. Los espíritus del bosque que van a descubrirte la verdad, lo que estabas esperando. Además de todo esto, te puedes encontrar a valkirias que van a disfrutar, en los brazos del primero que se atreva a cruzar los umbrales de esta nueva realidad. A la hora de la siesta, un coro de sirenas cantará con sitares y trompetas las canciones más bonitas que nadie haya podido escuchar en los últimos milenios. Y después cuando anochezca, si esperas al final, voy a darte un beso de verdad, donde acaba el arco iris y empieza lo demás. Si te vienes es donde quiero estar. Donde empieza el infinito y acaba la espiral, si te vienes es donde quiero estar.