Si tú te vas y yo también, no quedará nada, ni los momentos buenos. Si tú te vas y yo también, no quedará nada, ni los momentos buenos. Una vez estuve a punto de atraparlo todo, una vez estuve a punto de entenderlo todo, pero como una señal tan pequeña como un gesto microscópico, sintomático, energético e histérico, la nada se quedó, y ahora yo me peleo por poderlos recordar, los momentos buenos.