El Cangrejo Alejo, que vio un espejo se asustó al hallarse viejo, tan viejo que quiso esconderse detrás del mar y sin despedirse se fue muy lejos por los arenales, a caminar por los arenales, a caminar. Vamos a buscar al cangrejo Alejo, nadie sabe dónde, dónde andará vamos a buscarlo, vamos corriendo que estará perdido en algún lugar. El Cangrejo Alejo, que estaba viejo iba por las piedras, lento, muy lento con su bastoncillo hecho de coral y hasta tropezaba, sin espejuelos con los caracoles y con la sal con los caracoles y con la sal. A tus cangrejitos, cangrejo Alejo has dejado tristes y sin abuelo que pueda enseñarlos a navegar y decirles cuentos de marineros para que ellos tengan con qué soñar para que ellos tengan con qué soñar.