Hay ausencias que son como el olvido, que empolvan madrugadas y semillas, que se fueron perdidas a esos mares donde nunca podrán hallar la orilla. Hay ausencias que rozan con el alma, mariposas celosas del espacio, austeras prisioneras de las flores, que te ponen su miel para los labios. Ausencia, remoto fantasma que violas las puertas, que cantas, que gritas al cielo esa voz que has llevado contigo, que escribes tú la canción que falta, que siempre nos recuerdas la distancia. Hay ausencias gaviotas que te salvan que desdeñan fronteras y estaciones, que rondan las paredes, las palabras dibujando la fe con sus creyones. Hay ausencias que te hablan de un mañana, que se tornan de todos los colores, que te ponen el mundo en la ventana y de esperanza llenan los balcones. Ausencia, remoto fantasma que violas las puertas, que cantas, que gritas al cielo esa voz que has llevado contigo, que escribes tú la canción que falta que siempre nos recuerdas la distancia.