Me han dicho que hay un lugar donde el sol del mediodía no quema, donde las noches de luna llena no te hacen llorar. Me han dicho que en ese lugar te la pasas recostada en la arena, poniendo avisos, mujer condena al que la haga sudar. No sé por qué esa necesidad de viajar tan lejos de la realidad, poniéndote una caretas en el corazón pretendes olvidar. El pasacalle en Campichuelo aquellas noches que bajo un pañuelo me decías "Mi amor, yo nunca te voy a cambiar". Prefiero naufragar en este mar de corcheas locas de atar hasta tus besos olvidar. Prefiero perder el tiempo tomando unas copas de bar en bar y nunca nunca despertar. Tendría que haberle hecho caso a Joaquín cuando dijo lo que dijo esa vez cuando esa mujer se iba dándole la espalda. Tendría que haberle hecho caso, y así saber bien cómo era en realidad tu frente, tu lengua y tu falda. Por suerte me subí a un tranvía justo cuando me iba a atar a las vías, que me dijo "Campeón, puedo ayudarte en tu elección". Pero te advierto que este tren consejero, que no sabe lo que es mirar atrás, me ha dicho que en tu estación no va a parar. Prefiero...