Cuando desesperando la fue buscando Pensó estar muerto. Nada de su mirada, ningún recuerdo, Ni un sentimiento. Ella se le escapaba, tocaba el cielo, Creía el cuento. Dame quince minutos, quiero éste siempre Por un momento. Se sintió volando, y se alejó del lugar. Saltó cien flores, y él no paró de soñar. La guardó en un vaso que llenaba con recuerdos, Se llenó de trampas que no dejan olvidar. Le brindó mil veces esquivando la verdad No supo cantar el no va más. Rotos todos los flashes, baja el telón Y el reloj da un cuarto. La vida tiene calles que siempre llevan Al mismo lado.