El télefono sonaba y sin pensarlo, respondí pero dijiste mi nombre y ahí tu voz, reconocí hace tanto tiempo que nos separamos, sin hablar que no tuvimos tiempo ni de poder llorar. No esperaba tu llamada pero escucharte me hace bien, el tiempo pasa volando y la memoria siempre queda en pie recuerdo bien tu casa, y en el fondo el ciprés y todavía me acuerdo de tu gato siamés. Vos sabés como es mi vida sigo siempre el mismo tren, tengo blues por la mañana y por la noche tengo blues también, despues de tanto tiempo, tenemos tanto que hablar quedemos que una noche te voy a visitar.