Al fin me vuelves a hablar, y lo haces diluviando, entre charcos y baladas que se ríen de mí. Qué mala es la sombra, qué mal, qué mala la gente y hablar por detrás. La noche es descomunal, sin paraguas va calando tu falta de autoestima y mi desesperación. Resguardarse a salvo de la vida es vital, vital como tu sonrisa, vital como mis mentiras, vital... Al fin me vuelves a hablar, al fin, al final vas a hacerme saber lo que ya sabían los astros y el rey. Y vuelvo al origen, al principio, por las mismas calles infinitas, las calles que nunca se acababan, caminábamos horas y horas. Y volaba el tiempo, y volaba de la mano de un futuro juntos que al final juntos destrozaremos, al final eso es lo que tenemos, al fin lo vas a cumplir. Sabía que llegaría como una profecía, no hay forma de escapar. Qué mala es la sombra, qué mal, qué mala la gente y hablar por detrás. La noche es descomunal, y al fin, al final vas a hacerme saber lo que ya sabían los astros y el rey. Y vuelvo al origen, al principio, por las mismas calles infinitas, las calles que nunca se acababan caminábamos horas y horas. Y volaba el tiempo, y volaba de la mano de un futuro juntos que al final juntos destrozaremos, al final eso es lo que tenemos. Al final se acaba como siempre, como siempre ha terminado todo, como siglo tras siglo tras siglo ha pasado hasta hoy, el peso de la historia es lo peor.