Mientes mientras besas; escupes a mi corazón. No regalas promesas, nunca dices adios. Te fuiste en primavera, verano no sirvió para echar a tus fantasmas de la habitación. Maldigo aquel otoño que alguien me recordó que te debía una canción. Se ha quedado a vivir en mi la soledad; no me apetece ni salir. Me quedo por aquí, pegado en el sofá Que hoy preguntó otra vez por ti Muriendo así. Invierno fue una guerra que el frío me ganó. Dejé puestas las llaves pero nadie abrió. Maldigo aquel febrero que alguien me recordó que te debía una canción. Dicen que ahora eres feliz: tu casa, tu oficina tu rutina, tu trajín.