Un Domingo estando herrando Se encontraron dos mancebos Echando mano a sus fierros Como queriendo pelear. Cuando se estaban peleando Pues llegó su padre de uno "Hijo de mi corazón, Ya no pelees con ninguno." Quítese de aquí mi padre Que estoy más bravo que un león No vaya a sacar mi espada Le atraviese el corazón. Hijo de mi corazón Por lo que acabas de hablar Antes de que raye el sol, La vida te han de quitar Lo que le encargo a mi padre Que no me entierre en sagrado Que me entierre en tierra bruta Donde me trille el ganado. Con una mano de afuera Y un papel sobredorado Con un letrero que diga: "Felipe fue desgraciado." El caballo colorado Hace un año que nació. Ahí se lo dejo a mi padre Por la crianza que me dió. Los tres caballos que tengo Ahí se los dejo a los pobres Para que siquiera digan: "Felipe, Dios te perdone." Bajaron al toro prieto Que nunca lo habían bajado Pero ahora si ya bajo, Revuelto con el ganado. Ya con esta me despido Con la estrella del oriente Eso les puede pasar A un hijo desobediente. (Gracias a Omar por esta letra)