En Hamelin los ratones a la nada se lanzaban tras la música hechizada de un flautista de renombre. Se detuvo en el camino un ratón a preguntarse por qué seguir tan campantes aquel son tan asesino. Reunida en asamblea la disidencia roedora, decidieron que era hora de cambiar de cantinela. Unos votaron candombe, uno samba, otro cumbia, otro el rumor de la lluvia, uno incluso cantautores. Rebelión en Hamelin. No me seas conformista. Acuérdate de vivir, que no te engañe el flautista. Rebelión en Hamelin. Duda del son de la inercia. El mundo gira por ti cuando buscas las respuestas. Lo tiraron al flautista desde la orilla hasta el río y rescatan lo perdido renovando melodías. Los ratones desde entonces deciden juntos la senda. Sin que nadie los reprenda bailan sus propias canciones