De corazón de chamaco, y de estampa primorosa Más que mi cuaco de estima, era para mí otra cosa Mi amigo, mí confidente, en los triunfos y derrotas Allá en Jojutla Morelos, me encontré al Jefe Zapata Se enamoro de mi cuaco, al mirar su fina estampa Y yo le dije “Mi jefe”, tómelo para la causa Para la patria mi vida, por eso di mi caballo El se paraba derecho al sentirse en otras manos Me hablaba con relinchidos, cuando yo me fui llorando Yo le serví de pilmama porque se quedo sin madre Murió la yegua en el parto y en mis brazos pudo criarse Yo lo quise como a un hijo, y el ami como a su padre Por eso me duele el alma cuando se lo di a Zapata Yo no tuve hijos de sangre para darlos a la patria Por eso di me cabalo y con el también el alma Después de servir bonito en los campos de batalla Lo mataron en combate en las cercanías de Cuautla Y así termino el potrillo que le regale a Zapata