Tito Fernández - Ya Nos Encontraremos Amigo Mío lyrics

Ya nos encontraremos amigo mío, no puede ser adiós, hasta otra vez será, el mundo, este, redondo es tan pequeño que no puede esconderse en parte alguna, uno, y decir ¡aquí no me verán! Ya nos encontraremos amigo mío, a la vuelta de la esquina puede ser, allí estaré yo, con la mano extendida y el traje raído, pidiéndote una ayuda en nombre de la fe. Ya nos encontraremos amigo mío, en el mesón del bar o en la letrina, arreglando medio mundo a nuestro modo y matando de sed la familia. Dicen que caminar cuesta cuarenta, y hacer una canción cincuenta mil, Ya nos encontraremos amigo mío, ya nos encontraremos por ahí. En el vestido, blanco, de la novia, en el hijo, primero, de los dos, en el azahar mustio, y marchito, en la solapa que dice: estos jóvenes puros todavía creen en el amor. Ya nos encontraremos amigo mío, al abrir un buen día tu maletín James Bond, allí estará mi nombre pegado en un oficio con orden de dejarte sin trabajo…perdón. Ya nos encontraremos amigo mío, si no es en este mundo en el otro podrá ser, formaremos la hoguera más grande que se ha visto, que verán, que vieron, que vean o que ven. Dicen que caminar cuesta ochocientos, y hacer una canción un millón quinientos mil, Ya nos encontraremos amigo mío, ya nos encontraremos por ahí. Recitado. Hay veces en que uno quiere cantar, y así, cantando, vive, y el mundo empieza a desfilar, delante de uno, como en un cine, y uno empieza a dudar de lo real. Y de pronto la tierra se estremece y estalla en millones de partículas, y cada una de ellas es tu canto convertido en milagro de estrellas pequeñitas. Una mujer, sucia, amamanta un hijo en plena calle, un hombre abusa de una niña, un chofer de taxi te planta un garabato y una música, tonta, allá en la esquina. Y de pronto una risa viene a interrumpirte y tu no puedes asegurar, siquiera, si es tu propia risa, y te caes en un abismo de negrura y tu caída nunca, nunca se termina. Pero uno no se da cuenta de nada, y canta cualquier cosa, la vida tendió su telaraña y uno está preso en ella como una mosca gorda. Pero uno canta, sufre, se enamora y se muere, hasta que, de repente, algo te dice en la cabeza que estás haciendo el cuerdo ante toda la gente. Canto. Ya nos encontraremos amigo mío, no puede ser adiós, hasta otra vez será, el mundo, este, redondo es tan pequeño que no puede esconderse en parte alguna, uno, y decir ¡aquí no me verán! Ya nos encontraremos amigo mío, en el mesón del bar o en la letrina, arreglando medio mundo a nuestro modo y matando de sed la familia. Dicen que caminar cuesta cuarenta, y hacer una canción cincuenta mil, Ya nos encontraremos etc. etc.