Tito Fernández - Las Mujeres Que Viven De Noche lyrics

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Tito Fernández - Las Mujeres Que Viven De Noche lyrics

Pequeña niña rubia tal vez te canto, esta noche de farra, de tanto amigo, de copas y guitarras, como testigos, para quedarme un poco cuando el olvido. Pequeña niña rubia, tal vez te canto, pequeña flor de noche, toda vestida, de sedas y colores, amanecida, enamorada, un poco, toda tu vida. Pequeña niña rubia, te quiero mucho, porque también soy solo y estoy tan triste, alcemos nuestras copas, ya nada existe, bebimos un minuto, después te fuiste. Recitado. Las mujeres que viven de noche tienen la cara triste, tú quizá no me creas porque aun no lo viste, tú les ves la sonrisa detrás del cigarrillo pero mira esos ojos, opacos y sin brillo. Tú crees que alguien pueda sonreír sin los ojos? aun eres muy joven, pero piensa un poco, las noches son hermosas, pero también son tristes, para el que ha visto cosas que tú todavía no viste. En la copa que bebes, muchos labios marchitos, han dejado su huella, como sangre, en el vidrio allí han quedado penas grabadas como a fuego y dientes como perlas han mordido en silencio. Impotentes, con rabia, casi como si quisieran dejar, allí, pegadas para siempre las penas las luces todo cambian y hasta aquellas sonrisas con ellas se disfrazan y parecen más lindas. Pero todo eso es falso y aquella que se viste de seda y complaciente celebra lo que dijiste quisiera estar muy lejos, quizá cuidando el hijo, que no pudo tener, porque su dios no quiso. Y entonces te sonríe pero, por dentro, llora y tú nunca la vez porque allí en tu memoria no hay recuerdos ingratos y la crees feliz si supieras lo errado que estás pensando así. Ellas llevan adentro las congojas del mundo y en sus gargantas, blancas, la tenaza de un nudo, ellas quieren gritar, pero su grito es mudo y nadie, nadie las oye porque el egoísmo es mucho. El que cayó no sube, es la ley de la vida, y los dedos acusan, esa es una perdida, y luego las aplastan, para después buscarlas, y embriagarse, con ellas, de esa alegría falsa. Las mujeres que viven de noche tienen la cara triste, su alegría se queda, con el rouge y con el rimmel, en el pañuelo blanco con que secan sus lágrimas cada mañana cuando van de regreso a casa. Canto. Pequeña niña rubia tal vez te canto, esta noche, de farra, de tanto amigo de copas y guitarras, como testigos para quedarme un poco cuando el olvido