Hablas del bosque claro de tu dulzura, Cantas el río profundo de tu bondad. Vienes gritando risa desde el mar, Vienes cargando llanto, soledad. No será el mundo nunca tu lugar, Es la locura tu propia verdad. Gastas la angustia absurda de la razón, Hueles los centros claros de la vida. Juegas a verte niño de cara al sol, Juegas a oír el eco en tu soledad. ¿Qué vendrá? ¿Dónde estas? No serás nunca parte de los demás, Es la locura, tu amante, tu verdad. Tu latido se aleja lento hasta detener, Una mirada que vuelve a su nido. Dejas la vida con gesto de despertar, Suave y tranquilo tu muerte soñar. ¿Qué vendrá? ¿Volverás? No será nunca el mundo tu lugar, Es la locura tu amante.