Tienes ojos de can*lla, sonrisa que duele. En tu rostro se marca el paso de las nieves. Los campos ya no son verdes, las rosas dejaron de florecer. Pero tu alma sigue intacta, tu alma tiene diecinueve. Y qué fue del amor, de ese tren que nunca pasó? Y qué fue de los besos? Qué fue? Te los ha robado el tiempo. En tus manos los callos del hombre que sabe lo que es caer. Sobre tu espalda los años, tatuados a fuego en la piel. Tranquilo y sereno, sabes que llegará el invierno. Y aún así lo esperas sin temerlo ni un momento. Y qué fue del amor, de ese tren que nunca pasó? Y qué fue de los besos? Qué fue? Te los ha robado el tiempo. No es demasiado tarde para salir corriendo, no es demasiado tarde y buscarla tras del viento. Seguro que ella espera, sentada frente al mar, soñando que algún día la puedas rescatar. Y ahora sí es amor, ese tren que siempre esperó. Ahora sí son los besos que no... Ahora sí es amor, ese tren que siempre esperó. Ahora sí son los besos que no los pudo robar el tiempo. Vamos a parar el tiempo.