Quisiera abrir lentamente mis venas mi sangre toda verterla a tus pies para poderte demostrar que más no puedo amar y entonces morir después. Y sin embargo tus ojos azules azul que tienen el cielo y el mar que se han cerrado para mí sin ver que estoy aquí perdida en mi soledad. Sombras nada más acariciando mis manos sombras nada más en el temblor de mi voz. Pude ser feliz y estoy en vida muriendo y entre lágrimas viviendo el pasaje más horrendo de este drama sin final. Sombras nada más entre tu vida y mi vida sombras nada más entre tu amor y mi amor Que breve fue tu presencia en mi hastío que tibias fueron tus manos, tu voz. Como luciérnaga llegó tu luz y disipó la sombra de mi rincón. Y yo quedé como un duende temblando sin el azul de tus ojos de mar que se han cerrado para mí sin ver que estoy aquí perdida, en mi soledad.